Es importante resaltar que las llantas están fabricadas con una serie de materiales que, con el tiempo, pierden su elasticidad (la que permite que se adhieran al piso), entre otros componentes que están diseñados para funcionar por un tiempo máximo de 5 años, por lo que conducir con llantas que superen este plazo de tiempo supone un riesgo para tu seguridad.  

Además, un neumático puede deteriorarse irregularmente por razones como: llevar unas presiones inadecuadas, una dirección desalineada o unas cotas de suspensión desajustadas.

La correa del alternador es una de las piezas que más se deterioran con el pasar del tiempo, por el desgaste, los cambios climáticos, etc. Por ello, si escuchamos algún ruido proveniente de su ubicación, debemos saber que no es normal.

A continuación, mencionaremos algunas de las causas que pueden estar produciendo el ruido:

1. Correa cuarteada y/o endurecida. Esto provoca chirridos durante su funcionamiento y se debe al envejecimiento por el paso del tiempo, la reacción al contacto con productos químicos y las agresiones producidas por los cambios bruscos de temperatura.  

2. Correa mal tensada. Una tensión incorrecta puede provocar diferentes tipos de ruido en la correa del alternador (crujidos, zumbidos, tableteo, etc). El tensado incorrecto puede deberse a que el tensor de la correa se encuentre en mal estado o desequilibrado. EY, también puede ocasionar que la correa se salga de su alojamiento.  

3. Correa con sedimentos o polvo incrustado. La suciedad que se puede incrustar tanto en la correa como en las diferentes poleas o rodillos, afecta a la fricción entre los diferentes componentes y puede provocar fuertes chirridos. Normalmente, basta con limpiarla con un lubricante adecuado (siempre y cuando los sedimentos no hayan penetrado en la correa).  

4. Polea del alternador en mal estado. Esto se debe a desgaste, rotura o desequilibrio con el eje del alternador, y puede ocasionar un fuerte ruido y/o vibración. En este caso peligra el desacople de la correa y dejando el vehículo sin alimentación.  

5. Rodillos de la correa en mal estado. Cuando los rodillos de la correa están en mal estado, se producen crujidos en la zona del vano del motor. Si estos no se sustituyen a tiempo, pueden hacer que la correa del alternador se salga de su ubicación.

Es importante respetar los tiempos de sustitución de la correa del alternador (según indique el fabricante), así como revisar la alineación de las poleas, comprobar el tensado de la correa y utilizar un lubricante que evite el agrietamiento y el desgaste antes de tiempo.

Ningún auto está elaborado a la ligera, lo que significa que todo está en un sitio por una razón.  

Si queremos darle más altura a nuestro vehículo, estamos equivocados creyendo que aumentar el diámetro del rin lo hará. Es el diámetro de las llantas es lo que sube el carro, sin importar el tamaño del aro que lleve montado.

1) Aumentar su peso, lo cual causará que la suspensión y la dirección, se desgasten más rápido porque no estaban diseñados para soportar ese peso. 

2) La aceleración del vehículo empobrece, es decir, el auto necesita más tiempo para ganar velocidad.  

3) Consumirá más combustible del que necesitaba antes.  

4) Si aumentamos el rin, la velocidad de rodamiento será menor y los frenos ABS responderán peor.  

El sistema de refrigeración de un vehículo cumple 3 funciones: 

Las 3 son vitales para el buen desempeño de nuestro auto.

El líquido refrigerante es un aceite que, además de enfriar, lubrica las partes del propio sistema y las mantiene libres de óxido (una gran acumulación de óxido puede llegar a bloquear el aparato refrigerante).

Los daños en el sistema de refrigeración pueden presentarse sin previo aviso, sin embargo, existe 1 factor muy importante que ayuda a prevenirlo:

Esta luz será la clave para percibir si la temperatura del motor está aumentando de manera extraña. De esto depende el buen funcionamiento de tu vehículo.